LA CAPACIDAD DE PENSAR EN LA VIDA COTIDIANA COMO PRESENCIA DE DIOS

¿Quién es Santo Domingo para mí?

Santo Domingo es para mí el ejemplo en el cual me identifico para vivir y transmitir el mensaje de Jesucristo.

Preguntarían ustedes: ¿por qué?

Porque el propósito de Santo Domingo de predicar el Evangelio no sólo se resumía en el anuncio de la Palabra, de la Verdad de una forma resumida, sino como una práctica que llegaría a modificar la vida de la personas.

Santo Domingo se sintió llamado a vivir un nuevo estilo de vida según el Evangelio, impulsado por la alegría del encuentro con los demás, como reconoció en sus cartas a Catalina de Ricci. Este nuevo estilo de vida fue cultivado a lo largo de los siglos por tantos santos y santas de la Orden de Predicadores. Como ejemplo tenemos a Santo Tomás de Aquino que dedicó su vida a la oración y la busca por la verdad; Bartolomé de la Casas que denunció las injusticias e defendió los derechos humanos; a San Antonino, por su clareza en la defensa de la moral; a Santa Catalina de Siena que luchó por la renovación de la Iglesia como presencia de Cristo y no como instrumento de intereses personales o políticos; a San Martín de Porres que reconoció la presencia de Jesucristo en el servicio a los más necesitados.

Estos son algunos de los muchos ejemplos que podría escribir aquí. El testimonio de estos grandes personajes nos ayuda a identificarnos y a comprender las actitudes de Santo Domingo de Guzmán.

Otro aspecto que me llama la atención en la figura de Santo Domingo, es la capacidad de dar respuestas a los problemas de su tiempo, pensando que en la vida cotidiana podemos estar en presencia de Dios, como lugar ideal para vivir según el Evangelio.

Liliana Santos

La primera parte de esta reflexión fue inspirada en el libro “La imagen de Santo Domingo” de Guy Bedouelle.

Quem é São Domingos para mim?

S. Domingos foi e é para mim o exemplo com o qual me identifico para viver e transmitir a mensagem de Jesus Cristo.

Porquê? perguntam vocês?

O seu propósito de pregar o Evangelho não se resumia apenas ao anúncio da Palavra, da Verdade, de forma abstrata, mas como prática modificadora de “vidas e sociedades”.

Um ideal de vida que tantos santos e santas dominicanas encarnaram ao longo dos séculos1: uma transformação a partir da Alegria pelo encontro e descoberta de se sentir amado, como recomendou nas suas cartas Catarina de Ricci; pela entrega à oração e à busca pela Verdade, de Tomás de Aquino; pela denúncia das injustiças sociais e defesa dos direitos humanos, de Bartolomeu de Las Casas; pela clareza em lidar com os problemas morais da economia, de Santo Antonino; a luta pela renovação da igreja como presença de Cristo e não como instrumento de interesses pessoais e políticos, uma das causas às quais se entregou Catarina de Sena; ou ainda no reconhecimento da presença de Jesus no serviço aos mais necessitados e na humildade que Martinho de Lima encarnou.

Estes são apenas alguns dos muitos exemplos que poderia aqui descrever. O testemunho de vida destas figuras ajudam-nos a identificar as caraterísticas que marcavam S. Domingos e a compreender a atualidade dos seus ensinamentos.

S. Domingos encanta-me também pela capacidade de procurar e dar resposta aos problemas do seu tempo, pela capacidade de pensar a vida quotidiana como lugar da presença de Deus, como lugar e espaço para viver o Evangelho.

Liliana Santos

1 Parte1 Parte desta reflexão foi inspirada no livro “À imagem de S. Domingos” de Guy Bedouelle.

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