Santo Domingo de Guzmán en...

Fray Domingo de Gumán, hombre misercordia(desde Bolonia)

Domingo nació en 1170 en Caleruega, un pueblo de montaña de Castilla la Vieja (España) Félix de Guzmán y Juana de Aza fueron sus padres. 
Fue bautizado con el nombre del santo patrón de la abadía benedictina de
Santo Domingo de Silos, situado a pocos kilómetros al norte de su país natal. Desde muy niño está a cargo de su tío sacerdote que lo inicia las las verdades de la fe y los primeros elementos de conocimiento.

 

Domingo, desde muy joven, tenía un corazón lleno de compasión, sentimiento que le inspiraba el sufrimiento de los demás.
Se dice, por ejemplo, que cuando todavía era un estudiante en Palencia,- donde
se trasladó a los 15 años para asistir a cursos regulares de artes liberales y teología-, vendió todo lo que tenía en su poder, incluyendo sus preciosos manuscritos (un gran sacrificio en una 'época en la que aún no se había inventado la impresión), para dar de comer a los pobres, diciendo: "¿Cómo puedo estudiar en pieles muertas, mientras que muchos de mis hermanos mueren de hambre?".

 

Despuésde completar sus estudios (1196-1197), decidió entregarse a la llamada de Dios al sacerdocio y entró en el capítulo canónico de Burgo de Osma, por invitación anterior de Diego de Acebes. Cuando Diego, Obispo recién electo (1201), tiene que salir de una delicada misión diplomática en Dinamarca, elige a Domingo como compañero de viaje.

Ellos conocen al pasar por el Sur de Francia, la herejía catara y el daño que estaba
haciendo en pueblo sencillo de aquellas tierras. Domingo le ardía por dentro el
entusiasmo por ir a predicar el nombre de Jesucristo a las tierras nórdicas.
Estos dos sacerdotes españoles sienten la necesidad de quedarse a precidar,
dando a conocer la Buena Noticia del Evangelio en aquellas tierras asoladas totalmente de la verdadera fe. Por ello de regreso de su segundo viaje a Dinamarca llegaron a Roma (1206) para pedirle al Santo Padre Inocencio III dedicarse a la evangelización de los gentiles, a combatir la herejía desde la predicación itinerante, en pobreza material y con plena confianza en la llamada de Dios en sus corazones para tal cometido. Inocencio III, acogió con alegría sus peticiones, ya que también era muy profundo su ardor misionero, y el mismo había querido buscar solución al problema de la herejía con fervor y autoridad desde 1203.


Diego tuvo que volver su diócesis de Burgos de Osma, pero Domingo continuó incluso cuando se disuelve la delegación papal enviada junto con ellos y después de la repentina muerte de Diego (30 de diciembre 1207).


Su apostolado se centró en los debates públicos, entrevistas personales, la
predicación, la persuasión, la oración y la penitencia, con el apoyando esta
labor estaba también Fulco, obispo de Toulouse, quien le nombró predicador de su diócesis. Poco a poco se desarrolló la idea de una orden religiosa. El sueño de Domingo y podemos decir de Dios para con él y con su iglesia, se inició con la creación de una comunidad de mujeres acogiendo en ella a las mujeres que habían abandonado la herejía cátara. Esta comunidad es fundada antes que los frailes y la Orden dominicana, es su primer germen.

Domingo quería acercarse a los hombres y para ello debía de vivir como ellos, debía de estar entre ellos, no solo para poderles llegar al corazón con la fe católica y el ejemplo, sino también porque así mismo entre ellos, con su pobreza y estilo
de vida diario estaban los cataros.

 

Domingo logró reunir a un número de hombres de Dios  que compartían sus ideales, el deseo ardiente de dar a conocer a Jesús. Primero creó un núcleo estable de predicadores .El siguiente paso fue, con motivo de un viaje a Roma y de camino
presentarle al Papa su trabajo y su deseo de fundar lo que hoy conocemos como
la Orden de Predicadores. Domingo encontró gran disponibilidad en el Papa que lo aprobó gratamente no sin antes invitándole a escoger una regla de vida ya existente para su nueva fundación. Al año siguiente, el 22 de diciembre 1215, el Papa Honorio III dio su aprobación oficial y final, recibiendo así el
reconocimiento oficial. La Orden creció y, desde 1217, era capaz de enviar hermanos predicadores por toda Europa, especialmente a París y Bolonia, los principalescentros universitarios de la época. En 1220 y en 1221 Domingo en Bolonia presidió los dos primeros capítulos generales destinados a redactar la "Carta Magna", las costumbres y el estilo de vida, aclarando los elementos fundamentales de la Orden.

Agotado por el trabajo apostólico, por las largas caminatas, por las noches de oración y penitencia Domingo murió 6 de agosto 1221, rodeado de sus hermanos en su amado convento de Bolonia (Basílica de San Domingo). Murió en una celda, no la suya, porque él, el fundador, no teníahabitación propia, ya que las noches las pasaba en la capilla orando o en el camino. El Papa Gregorio IX lo canonizó el domingo 13 de julio 1234: celebrándose su fiesta como bien sabemos el 8 de agosto. Su cuerpo desde el 05 de junio 1267 se coloca y se venera en un arca de mármol precioso.


En Roma, en el claustro del convento de Santa Sabina en el Aventino hay una planta de naranja dulce, de acuerdo con la tradición dominicana se dice que Santo Domingo trajo de España. Son muchas lasleyendas asociadas a su intercesión, milagros que hacen llegar fieles de toda Italia y toda Europa, proclamándolo también los boloñeses, como “Patrón y Defensorperpetuo de toda la cuidad”



La fisonomía espiritual de Domingo es inconfundible: él mismo, en los duros años
de apostolado contra la herejíaalbigense fue llamado "humilde servidor de la predicación." En la base de su vida está este programa apostólico
de testimoniar el de amor de Dios ante los hermanos, dándoles, la pobreza
evangélica, la verdad, la oración, itinerancia, la vida común y el estudio.
Podemos ver a un hombre que armoniza en una bella síntesis los elementos tradicionales que los herejes ven contrarios con la eficacia de su predicación y de su testimonio Diligente y prudente, firme y respetuoso con la opinión de otras
personas, brillante y obediente a las directrices de la Iglesia, el apóstol Domingo que no conoce el compromiso o refuerzos, el predicador tímido de cualquier retórica: el, lejos de cualquier sombra de maldad Tiende magnánimo "como mamá, duro como el diamante "(H. Lacordaire), combina la formación teológica con la razón y la sencillez. Concibe que sus hermanos predicadores harán la predicación (como la contemplación en voz alta), eso será su seña de identidad y su uniforme. De su ejemplo y en el estilo de vida por él dejado a la Iglesia saldrán a lo largo de los siglos un bello ramillete de santos, hombres y mujeres que abrazados a su ideal serán fieles a él como verdadero hombre de Dios,el apóstol que - de acuerdo con los elogios sin precedentes comunicados por Dios a Santa Catalina - "tomó el cargo dela Palabra."


                                                                            fray Vicenzo Giovanni, op

 

                                 Secretario General de la Fraternidad Cristiana


Obra del Siervo de Dios Olinto Marella por los pobres

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