Nuestra vida está jalonada por los tiempos de oración Litúrgica y personal en común. La Liturgia de las Horas procura ir haciendo presente la oración de la iglesia en los diferentes momentos del día y sus horas principales son las siguientes:
El oficio de lecturas se orienta a ofrecer a todo el Pueblo de Dios y principalmente a quienes se han entregado al Señor con una consagración especial, una más abundante meditación de la palabra de Dios y las mejores páginas de los autores espirituales Su rezo se compone de un himno, tres salmos y dos lecturas.
Las laudes (alabanza) como oración matutina están dirigidos y ordenados a santificar la mañana y las Vísperas como oración vespertina, "en acción de gracias", son el doble quicio sobre el que gira el Oficio cotidiano, se celebran y son las Horas principales. Sacrosanctum Concilium - nº 89.
Tercia, Sexta y Nona son llamadas Horas Menores, son pequeños hitos, que ayudan a la oración durante el día en medio del trabajo.
Las Completas son la última oración del día, que se hace antes del descanso nocturno. Terminando el rezo de esta hora, con dos cantos de entrañable sabor dominicano, que es el canto de la SALVE, a María, poniendo bajo su protección, no solo la Orden de Predicadores, sino TODOS los Hijos del PADRE, y la Antífona a Santo Domingo, ya que él nos dejo dicho… que rogaría por nosotros ante el que es Señor y dador de todo bien, y del sumo bien que es EL.
Nuestra Iglesia se abre a los fieles para la participación en los Laudes (06'30 h.), Eucaristía (08'30 h.), Vísperas y Oficio de lectura (19'00 h.).